Elegía ferroviaria dedicada a la memoria de las víctimas del Tren 17.
ELOY CABALLERO................ Maquinista.
MANUEL LÓPEZ................... Guardafrenos.
¡¡ PRESENTES !!
Potros cerriles de acero, por tuercas domesticados, trotan riberas azules con espejuelos morados.
Intrépido guardafrenos corta la marcha a codazos y arroja al paso a nivel la colilla de su cigarro.
La moza, con la bandera, musita adioses callados, y el fogonero abre el grifo de vapores apresados.
Marcha el tren majestuoso por las lindes del Condado ganando grandes distancias con relojes comprobados.
Por una junta insegura pega el carretón un salto abandonando el carril para triturar guijarros;
detrás de aquel salta otro y ... detrás del otro, varios, salvándose el personal sin duda de milagro.
Malhumorada la técnica dice soberbia en el tajo; ¿Que lástima de unidades cuánto vagón destrozado nunca le toca al jinete siempre le toca al caballo?.
En las cuadras de Cochera; el tren 17 se ha formado con siete bravos jinetes para setenta caballos.
El equipo es como todos los que salen a diario, valiente, majestuoso, competente, denodado, gallarda locomotora
devora hectómetros raudos silbando puentes veloces y túneles encorvados, ganando, sin gran esfuerzo, la meta del muelle alto.
Logra la estación de Onuba con pulso recalentado donde le dan de beber
y un minuto de descanso.
De nuevo emprende la marcha desandándose lo anclado
para llevar a la Mina
buen material y cansancio.
Pero le falta el trayecto fatigoso y apretado entre montañas ciclópeas y abismos atulados.
Las estaciones dormidas guiñan faroles de paso
que en las altas madrugadas arriba el tren jadeando.
Una lengüeta entreabierta
un tope mal ajustado
una biela retorcida,
un vagón atravesado….
precipita la tragedia
que ninguno ha penetrado.
Cesa el frú-frú del chispero salta la llanta al espacio, brincan vagones circenses, como tigres escapados; para morder en las carnes del jinete derribado;
que ha sido, entre dos aceros
el corazón estrujado.
Gallarda locomotora
con el vientre destrozado
gime agónica en el suelo
el dolor de su fracaso.,..
i i Porgué los potros cerriles subieron a su penacho a vengar en un instante el rencor de muchos años!!
Hermano ELOY CABALLERO
maquinista licenciado
posó la sien en la brasa
y allí quedó calcinado.
VELEDA tu bigotillo
secó vapores de llanto
como una esponja de nubes para elevarte muy alto.
MANUEL, MANUÉL guardafrenos ya no se hielan tus manos
en las noches dicembrinas
en las cuestas del Manzano;
i Que tienen en Berrocal tu tumba y tu jaramago!
La técnica satisfecha
duerme tranquila en el tajo
¡¡Porqué han muerto tres
jinetes, a los pies de sus
caballos!!
NERVA, a 20 de Abril de 1,948 B/P/N
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